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Función

Vicente Fernández, un rey nacido en Jalisco

A los 8 años recibió su primera guitarra y comenzó a estudiar. Lo demás es historia

NANCY MÉNDEZ C. | 13-12-2021
Cuando era niño, Vicente le decía a su mamá que quería ser como Pedro Infante.

CIUDAD DE MÉXICO.

Vicente Fernández Gómez, uno de los mayores exponentes del género ranchero y quien fuera llamado en Estados Unidos El Sinatra de las Rancheras, nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán El Alto, en Jalisco. Fue hijo del ranchero Ramón Fernández Barba, de Tepatitlán, y del ama de casa Paula Gómez.

A los 8 años recibió una guitarra y comenzó a estudiar música folclórica. En su página oficial, señaló al respecto: “Desde lo que puedo recordar, cuando yo tenía 6 o 7 años, iba a ver las películas de Pedro Infante y le decía a mi mamá ‘cuando yo crezca voy a ser como ellos’”.

El cantante comenzó desde abajo y desde muy pequeño. Sus inicios datan de la década de 1950, cuando a los 14 años fue parte de un concurso amateur en Guadalajara en el que obtuvo el primer lugar. A partir de entonces cantó en restaurantes, bodas, eventos de familiares y amigos. A la par, apoyó a su familia en la venta de lechuguillas de agave hechas en casa.

En 1960 actuó en el programa de televisión La calandria musical, para Guadalajara, y en breve, arribó a la Ciudad de México, la que lo arropó con trabajo en el restaurante El amanecer tapatío.

En este trayecto de esfuerzo, un enorme dolor llegó a su vida: la muerte de su madre debido a cáncer, en 1963. Ese mismo año decidió casarse con María del Refugio Abarca Villaseñor, mejor conocida como doña Cuquita, su gran amor y madre de sus hijos Vicente, Gerardo, Alejandro y Alejandra, a quien decidieron adoptar para formar parte de su familia. A ellos construyó, en 1980, el rancho Los Tres Potrillos, cerca de Guadalajara, de 500 hectáreas. Dentro, la arena para espectáculos y charrería Vicente Fernández Gómez, con capacidad para 11 mil personas, construida en 2011.

Conocido años más tarde como El Charro de Huentitán trabajó en el cabaret El sarape, donde le pagaban como cantante. También fue mariachi y en 1964 se unió al Mariachi Amanecer, de Pepe Mendoza, y al Mariachi de José Luis Aguilar, conocido también como Felipe Arriaga, quien fue parte importante en la trayectoria de don Chente.

Fue en 1965 cuando su voz atravesó las vibraciones de la radio a través de la emisora XEX-AM, para después presentarse en vivo y en un escenario más grande como el Teatro Blanquita.

LA VOZ QUE USTED ESPERABA

Un año después firmó su primer contrato con una disquera, CBS México, hoy, Sony Music, y así fue lanzado su primer álbum de estudio, en 1968: La voz que usted esperaba. De ahí se desprendieron temas como Quién te preguntó, Cómo, Antes que tú, Mesa para uno, Por qué llorar, La copa rota, Perdóname, Parece que fue ayer, Mi desgracia y Cantina de mi barrio.

A partir de ese momento, “esa voz que el público esperaba” interpretó Ni en defensa propia (1970), su segundo disco, al que inmediatamente siguió Palabra de rey (1970), Toda una época con Vicente Fernández (1970), Me está esperando María y Camino inseguro, ambos en 1971.

Le cantó a su tierra natal en ¡Arriba Huentitán!, en 1972 y ese mismo año lanzó Con la misma tijera. En la mayoría de las portadas se mostró con sombrero, sarape o traje de charro; con el campo como escenario, con una enorme sonrisa, su característico bigote y sus anchas cejas; como un hombre sencillo, del pueblo; el jinete, el aventurero, el dueño del mejor gallo; el valiente charro cual imagen del popular juego de La lotería.

En 1977 recibió la distinción Mister Amigo, en Brownsville, Texas, y en 1996 grabó con el cantante estadunidense Tony Bennett la canción Regresa a mí, a dueto.

Con Alejandro Fernández, en 2001, se presentó en la gira musical Lazos invencibles.

Además, se presentó en el Zócalo capitalino, rompiendo entonces récord de asistencia, con 220 mil personas el 14 de febrero de 2009 y participó en la inauguración de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, interpretando entonces el Himno Nacional Mexicano, así como México lindo y querido y Guadalajara.

Para 2010 salió a la venta el histórico concierto de 1984 titulado Vicente Fernández: Un mexicano en la México, donde llenó la Plaza de Toros México aquel 15 de septiembre, con 54 mil personas.

EN TELEVISIÓN

En Televisa, empresa donde trabajó, conoció al conductor Raúl Velasco y el éxito de temas en su voz como Tu camino el mío y Volver, volver, del compositor Fernando Z. Maldonado, lo catapultó a nivel mundial, pues es una de las más escuchadas en el extranjero.

En televisión también hizo carrera como conductor con el programa Noches tapatías, junto a Lucha Villa e Isabel Soto La Marina, además del programa Homenaje, junto a Lola Beltrán. Además de cantar a dueto, realizó con sus compañeras, entrevistas a figuras del arte y el deporte.

Actuó además en Amor bravío, en 2012, con una participación especial como él mismo, junto a Silvia Navarro y Cristián de la Fuente.

El 17 de septiembre de 2002 fue nombrado Persona del Año por la Academia Latina de Grabación, por sus logros artísticos y por su donación al Fondo Nacional de Becas para Hispanos. También ayudó a sus seguidores que viven en el campo, presentándose gratuitamente en ferias de pequeños poblados mexicanos.

En su portal oficial reveló: “Tengo más de 100 álbumes en el mercado y he grabado más de 300 canciones que aún no se han dado a conocer. Mi vicio es cantar”.

EL ANUNCIADO RETIRO

El 8 de febrero de 2012 anunció su retiro de los escenarios y realizó para ello una gira mundial, en América y algunos países de Europa.

“(La decisión) la tomé ahorita, así soy, la tomé ahorita, de retirarme. Es la última vez que voy a Venezuela, Colombia, a Estados Unidos, en México; pero quiero que sepan que me voy ‘con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley, no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey’.

“Yo, cuando tomo una decisión, es definitiva. Estoy pensando que en esta ida a España, Centro y Sudamérica es la última vez que voy a tener la oportunidad de agradecer el cariño del público. (…) Yo ya acostumbré a la gente a cantar un determinado tiempo, por eso me retiro antes de quedarles mal”, afirmó en aquel momento.

El 12 de septiembre de 2012, Hugo Chávez, el entonces presidente venezolano, le entregó la Orden Libertadores y Libertadoras de Venezuela, en grado de Primera Clase, una de las mayores condecoraciones de aquel país, tanto para venezolanos como para extranjeros.

Fue el 16 de abril de 2016 cuando realizó su último concierto de despedida en el estadio Azteca, en donde cantó alrededor de 45 temas. El concierto quedó grabado en un disco, pero no se retiró del todo, pues A mis 80’s fue su último disco.

Sus huellas y nombre quedaron grabados en una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood que develó en 1998. También fue incluido en El Salón de la Fama de la revista Billboard. Cantó además Cielito lindo en la Convención Nacional Republicana en Philadelphia, en 2000.

En su página oficial expuso su faceta al escribir: “Siempre he dicho que no hay grandes compositores, sino grandes canciones y nunca he dicho que soy compositor. Es un trabajo muy difícil, sin embargo, algunas ideas e inspiraciones me han llegado y cuando eso sucede, corro a tomar una pluma y escribir unas cuantas frases”.

Fernández develó, en 2019, a sus 79 años de edad, una estatua en su honor, en la Plaza de los Mariachis, en Guadalajara, donde se le mostró montado en un caballo y que fue hecha con bronce al silicio, con 800 kilos de peso y 2.70 metros de alto. Costó dos millones 610 mil pesos y fue cuestionada por la gente al no parecerse del todo al cantante.

Su historia de vida fue expuesta en el libro autobiográfico Pero sigo siendo el rey, que él presentó al público en 2013 y que fue editado por Alejandro Salazar, con más de 200 fotografías y anécdotas del cantante. También cuenta con una biografía no autorizada escrita por Olga Wornat, El último rey, publicada en 2021.

Caracol Televisión anunció que realizará una bioserie sobre Vicente Fernández, protagonizada por Jaime Camil, que cuenta con el aval de la familia y del cantante. Se estrenará, sin fecha aún de confirmación, a través de Netflix, con locaciones en México y Estados Unidos. Tendrá alrededor de 36 episodios.

De Oro, Platino y Diamante

Por Azul del olmo

Vicente Fernández comenzó su carrera profesional en la década de los 60 y fue su voz y su peculiar forma de interpretar lo que poco a poco lo fue colocando como uno de los artistas de música tradicional mexicana más reconocido en el mundo. Por más de 50 años mantuvo su posición como el más grande cantante vivo de México, reuniendo un alcance vocal operístico con una profunda comprensión de las raíces campiranas de la música ranchera. Esto está sustentado por los más de 76 millones de discos físicos que vendió a lo largo de su carrera.

Se volvió en uno de los artistas más icónicos de su época que ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías, pues no sólo es un hito en ventas físicas, sino ahora también en plataformas digitales. El Charro de Huentitán ha logrado acumular casi mil 900 millones de streams, tres mil 450 millones de reproducciones de sus videos oficiales en su canal YouTube, en el que cuenta con más de tres millones y medio de suscriptores que lo han hecho merecedor del reconocimiento de Botón de Oro. Además, en tiendas digitales, el intérprete acumula millones de descargas.

Sus altas ventas de discos digitales y físicos y sencillos digitales han estado sustentadas por los Discos de Oro, Platino y Diamante que su casa discográfica le ha entregado. El más reciente fue el Doble Disco Platino que le otorgaron por Un azteca en el Azteca, álbum en vivo del concierto con el que se despidió de los escenarios.

También dejó huella en el cine

Por Lucero Calderón

Dentro de la expresión artística, El Charro de Huentitlán también exploró el ámbito cinematográfico, en el que entregó 36 filmes.

Su debut cinematográfico se dio en 1969 al tener una pequeña participación en Oh, Delilah, sin embargo, fue de la mano del realizador Alejandro Galindo con el que obtuvo su primer protagónico en Tacos al carbón, filme en el que se le vio como un taquero humilde que tras un golpe de suerte pudo expandir su negocio, convirtiéndose en un hombre poderoso, con mujeres, que suscita todo tipo de envidias.

Su primer éxito cinematográfico se dio con La ley del monte, de 1976, que bajo la dirección de Alberto Mariscal y ambientado en la época del porfiriato, cuenta la historia de amor de Maclovio y Soledad (Patricia Aspíllaga), quienes de niños se juraron amor y tras una serie de situaciones se reencuentran años después, evidenciando el clasismo y los amores prohibidos. De este filme, basado en la novela El niño de la bola, de Pedro Antonio de Alarcón, se desprende el clásico Grabé en la penca de un maguey, tema que formó parte del disco La ley monte, uno de los discos más vendidos de la época.

Estrenada en 1979, El Tahúr fue una cinta de acción que corrió a cargo de Rogelio A. González. En esta película se ve cómo Vicente Fernández, un hombre pobre enamorado de Alejandra (Amparo Muñoz), que regresa años después al pueblo, convertido en un tahúr adinerado, se enfrentará a su mejor amigo de la infancia (Jorge Rivero) para conquistar a esa mujer. Cabe destacar que en esta cinta Fernández fungió también como asistente de dirección.

La gran mayoría de los filmes que rodó Fernández resaltaban la vida campirana, los usos y costumbres de los pueblos, así como la música ranchera.

Dentro de los títulos que complementan su filmografía se encuentran: El hijo del pueblo, donde se le vio junto a Lucía Méndez en 1974; El arracadas, filme de 1978 en el que repitió fórmula con Mariscal y que causó cierto revuelo en el momento debido a que Fernández se le ve con dos grandes arracadas; Juan Charrasqueado y Gabino Barrera. Su verdadera historia (1982); Acorralado (1984), El macho (1987), Entre compadres de te veas (1989), Por tu maldito amor (1990) y Mi querido viejo (1991), su última película en la que se le ve junto a su hijo Alejandro Fernández.

Sus temas llegaron a las telenovelas

Por Lucero Calderón

También dejó huella en la televisión mexicana a lo largo de las décadas, ya que varios de sus temas se insertaron en distintas telenovelas. Una de las canciones que tuvo más impacto fue Para siempre, de Fuego en la sangre, producción de 2008 a cargo de Salvador Mejía. A lo largo de un año, este corte se adentró en los oídos de la audiencia gracias a la historia de los hermanos Reyes, quienes buscaban vengar la muerte de su hermana contra la familia Elizondo. 

En 1998 el productor Carlos Sotomayor estrenó La mentira, protagonizada por Kate del Castillo y Guy Ecker. Esta historia, centrada en una serie de incógnitas alrededor de la muerte de un personaje, fue aderezada con el tema Me voy a quitar de en medio.

Basada en la novela colombiana La hija del mariachi, en 2012, Salvador Mejía estrenó Qué bonito amor.

Cuando manda el corazón es otro de los temas musicales que interpretó Fernández para una producción televisiva: Amor bravío, de 2012.

 

 

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