Analizarán arrecifes; Greenpeace acerca tecnología

La falta de tecnología adecuada ha hecho imposible para los investigadores del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana determinar cuáles son las afectaciones del cambio climático en las formaciones arrecifales, sobre todo las que se encuentran a una profundidad mayor, de acuerdo con Javier Bello Pineda, director de este instituto.

Señaló que sólo tienen la capacidad de estudiar arrecifes someros, pero los que se encuentran a profundidades mayores a 30 metros no tienen como hacerlo; sin embargo, ahora, personal de Greenpeace les permitirá trabajar con un sumergible llamado Nemo.

Se nos va a permitir video y fotografía de alta tecnología del punto y, por primera vez, un sumergible tripulado nos va a permitir bajar y ver de primera mano la condición de estos arrecifes”.

Además, con la ecosonda del barco Artic Sunrise, que se encuentra atracado desde hace una semana en el puerto de Veracruz, los investigadores podrán tener mapas del fondo marino.

Estiman que también podrán realizar estudios de la columna de agua para ver las condiciones en las que se encuentra, haciendo una estimación global, no sólo de las aguas cercanas al puerto de Veracruz, sino del Golfo de México.

Buscan estudiar la temperatura para determinar cuánto ha sido su incremento por el cambio climático, así como la salinidad.

En otros países están haciendo esfuerzos similares, en el Golfo de México, en Texas, ampliaron el polígono de áreas protegidas para proteger arrecifes mesofíticos que no estaban protegidas. 

El investigador aseguró que para proteger ecosistemas profundos que no se han estudiado y amenazas como el cambio climático y la contaminación y construcción de infraestructura es importante tener un enfoque preventivo y precautorio.

Con la ampliación del puerto consideramos que la información con la que se basaron para modificar los polígonos fue información poco científica, queremos colaborar para que la ciencia apoye los recursos”, dijo.

Asimismo, buscan el patrimonio histórico que se encuentra bajo el mar, en profundidades mayores a 30 metros. Se trata de barcos que se hundieron desde hace más de un siglo, y no han sido hallados.

cva