'Aladdín' cumple deseos de los niños

CIUDAD DE MÉXICO.

El genio de la lámpara mara­villosa cumplió el deseo del público con condiciones del espectro autista y del neuro­desarrollo: abrir un espacio a la neurodiversidad.

Así lo hizo durante la pri­mera función dominical del musical Aladdín, en el Tea­tro Telcel, adaptada y rela­jada en cuanto a sonido e iluminación.

Érik Roberto, de 13 años, fue parte de esta experien­cia en la que fueron elimina­das las luces estroboscópicas, el teatro no se oscureció por completo y se bajó el volumen del audio ante la hipersensibi­lidad de los asistentes.

A los costados de las bu­tacas, además, hubo perso­nal capacitado para atender las necesidades de los niños y sus familias, incluyendo a terapeutas voluntarios de la fundación Iluminemos por el Autismo.

Es así que los padres de Érik Roberto salieron satis­fechos, al contar con la em­patía del resto del público, en una función en la que los ni­ños se expresaron libremen­te y tuvieron la oportunidad de salir de la sala en cualquier momento, si así lo requerían. Una función en la que imperó el respeto y la compresión ha­cia el otro.

La función relajada es una gran experiencia para los niños, porque hay pocas oportunidades para sacarlos. Todavía no hay mucha tole­rancia para ellos y uno como papá sufre. Ellos son felices, no se enteran, pero uno como papá, busca oportunidades.

Hoy fue el Día del Abue­lo y somos todo un equipo para atenderlo a él. Tanto mi esposa como yo trabajamos y somos todo un equipo, en el que hay terapias, neurólo­go, escuela especial, así que mis suegros se encargan mu­chos días de la semana de él. Creo que todos nos merece­mos estas oportunidades de esparcimiento.

Hoy nos sentimos muy apoyados, porque muchos vi­vimos lo mismo. Vi familias con los mismos comporta­mientos que son repetitivos, el ‘ya vámonos a la casa’ o que golpean partes de su cuerpo; vivimos lo mismo del autismo y a veces es muy difícil. Él dis­frutó la función. Esta es la se­gunda vez que viene al teatro, porque en 2018 fuimos a la obra de Vaselina, también por medio de Iluminemos”, com­partió Roberto Jiménez Álva­rez, padre de Érik Roberto.

Añadió que el tema re­quiere de difusión, pues no se habla de ello hasta que un in­tegrante de la familia, y la fa­milia entera, lo vive.

Yo no lo sabía (del autis­mo) antes del niño y me vino a cambiar la vida. Si puede haber más empatía y difusión sobre lo que es el autismo”, dijo.

Al finalizar la función, Ge­rardo Gaya, director y funda­dor desde hace siete años de Iluminemos por el Autismo, entregó al genio de la lámpa­ra maravillosa, recreado por el actor Juampi, una caja con las cartas de los deseos de los ni­ños asistentes. Además, otor­gó a Julieta González, una de las productoras de Aladdín, un reconocimiento a la com­pañía teatral.

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Quiero agradecer a Julie­ta, al productor Morris Gilbert y a Jaime Matarredona (su­pervisor de producción para México de Aladdín), por reco­rrer esta milla con nosotros; a todos los voluntarios que nos acompañaron para esta función. A todo el cast, cono­cerlos, convivir con ustedes y vivir este proceso de sensi­bilización. Pero, sobre todo, quiero agradecerles a ustedes, el público, por haber venido. Espero que hayan disfrutado muchísimo la función.

Esta caja tiene muchos deseos, pero yo tengo tres: una sociedad que acepte, respete y abrace la diversi­dad; un mundo de inclusión y oportunidades para todos, y una seguridad social que nos acompañe en el diagnóstico, con las terapias y todo lo que hemos vivido como padres, buscando una vida práctica­mente solos.

Pero hoy, no estamos so­los. Estamos aquí más de 350 familias que vivimos lo mis­mo. Mis deseos sobran, pero éstos, en esta caja, son para ustedes en agradecimiento por haber vivido esto y hacer esto posible.

Además, un pequeño re­conocimiento para Aladdín, que dice: ‘por su compromi­so con las personas con au­tismo y otras condiciones de la neurodiversidad’. Muchísi­mas gracias a todos”, destacó Gaya, quien acudió con su hijo de 12 años con esta condición.

Irma Flores, intérprete de Jasmín, pidió una disculpa pues en cada final de función ‘pega de gritos de emoción’, aunque en esta le informaron que no lo hiciera.

'La función relajada es una gran experiencia para los niños, porque hay pocas oportunidades para sacarlos. Todavía no hay mucha tolerancia.': Roberto Jiménez, padre de familia.

La vibra que ustedes tie­nen, la energía con la que nos llenaron, es indescriptible. Muchas gracias y vamos por la aceptación de todos”, dijo Flo­res, seguida de aplausos.

Julieta González, una de las productoras del musical Aladdín, destacó la energía positiva del público y el elenco conjugados en esta función.

Ha sido una de las tardes más felices. Me da una emo­ción tremenda que las fami­lias puedan estar sin que haya juicios, sin que nadie al lado diga que el niño se calle o se siente. Poderles crear este es­pacio, fue una super satisfac­ción. No pensé que iba a haber la respuesta de tal tamaño. Lo habíamos hecho ya en El rey león, pero hoy la función es­tuvo a tope.

Adquirimos un compro­miso en seguir haciendo esto en la medida en que poda­mos. Estoy segura que por Ocesa, si tenemos suficien­tes solicitudes de hacer otra, pues la haremos en lo que le quede de vida a Aladdín, pues la respuesta fue inesperada. Hay una gran necesidad de tener estos espacios seguros, sin juicio, para que las fami­lias disfruten de una tarde con sus hijos, sin que haya nadie que los observe o que sien­tan que incomodan. Así que estaremos acompañando a la fundación e iremos viendo”, concluyó.

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