Melancolía en la escritura, ángulo que explora Jesús Ramírez en su más reciente libro

La melancolía en la historia y en la cultura, en la literatura, la ciencia, el cine y las artes visuales son algunos de los ángulos que explora el escritor Jesús Ramírez-Bermúdez en su más reciente libro La melancolía creativa, que se presentará el martes 21 de junio, a las 19:00 horas, en el  Foro del Tejedor de El Péndulo.

Se trata de una revisión minuciosa que arranca con la figura de Heracles, el camino de Delfos, las aportaciones de Hipócrates y las reflexiones de Aristóteles, hasta llegar al mundo mesoamericano y la obra de Sor Juana Inés de la Cruz, Gérard de Nerval y Sándor Márai, entre muchos más.

En el ensayo inicial me interesaba recuperar la figura de Heracles, porque lo retoma Aristóteles en su famoso Problema XXX –donde pregunta por qué los hombres de excepción son melancólicos–, y lo pone como ejemplo de un genio corroído por la melancolía”, comenta en entrevista.

Se sabe que Heracles escuchaba las voces de sus hijos muertos, abunda, porque “él mismo los había matado (según Robert Graves). Me gustó esa figura, ya que ilustra bien la incapacidad reflexiva del héroe que no entiende las raíces de su sufrimiento y que, en lugar de realizar un ejercicio reflexivo se involucra más en la acción de la guerra, que es uno de los grandes problemas de nuestra civilización”.

Considera que la melancolía es una oportunidad para la reflexión, “porque nos pide hacer un alto y no pasar a la venganza o involucrarnos en la guerra, sino detenernos y analizar el camino”.

Quizá ese sufrimiento tenga un origen físico, biológico, biográfico o está relacionado con nuestro entorno, pero nos pide un análisis y eso es parte del trabajo de este libro”, dice.

Considera que, si bien las neurociencias son imprescindibles, no son suficientes para entender los problemas ligados a la depresión melancólica, “y por eso hago este recorrido por la literatura, porque nos da herramientas para entender estas formas de sufrimiento humano”.

Ramírez-Bermúdez retoma ideas que vienen de las humanidades y de la filosofía hasta plantear que “la melancolía se convirtió en una especie de metáfora, de mito o de referente para hilvanar muchas formas dispersas de sufrimiento que tienen orígenes muy distintos”.
Finalmente, revisa la relación entre la literatura y la melancolía. “Esas fuentes de creación, probablemente se gestan en una parte de nosotros y pueden ser sentimientos o estados de incertidumbre anclados al fondo del cuerpo o de la historia, para las cuales no tenemos palabras y nos generan sentimientos intensos que nos pide buscar ese mensaje, para lo cual es necesario hacerlo mediante la poesía, el teatro o la narrativa”.

cva

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