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Expresiones

Arnaldo Coen en el MAM con la exposición antológica Reflejo de lo invisible

El Museo de Arte Moderno rinde un homenaje al artista plástico, uno de los artífices de la Generación de La Ruptura

JUAN CARLOS TALAVERA | 17-05-2023
Obra de Arnaldo Coen en el MAM
El MAM rinde un homenaje al artista plástico, uno de los artífices de la Generación de La Ruptura. Foto: Cortesía LS/ Galería

Con la apertura de la exposición antológica Reflejo de lo invisible, el Museo de Arte Moderno (MAM) rendirá un homenaje al artista Arnaldo Coen (CDMX, 1940), uno de los artífices de la Generación de La Ruptura, con una selección de 300 piezas que darán cuenta de la historia plástica del artista y de su trabajo disruptivo.

Dicho conjunto concentra varias etapas de su obra plástica, así como de su archivo personal, fotografías, esculturas y libros, a partir de cuatro núcleos temáticos: el enfoque lúdico que Coen ha dado a su trabajo, la aproximación al cuerpo como medio y soporte para la posibilidad artística, la obra que sale del status quo, y la conformación de series y transformaciones que se han convertido en un icono del artista plástico.

En entrevista con Excélsior, Coen acepta que su pintura está ligada a la ficción. “Mi obra sí tiene mucho de ficción. Siempre he tenido una recurrencia más clara hacia lo que imagino que a lo que veo y quizá por eso he recurrido a menudo a Julio Cortázar y su libro Historias de cronopios y de famas. Incluso, cuando no tengo algo en mente, acudo a este libro para expresarme con libertad”.

¿Es el color la parte central de su obra? “Manejo el color de manera intuitiva. Pasa por un filtro, a veces del pensamiento, que es la parte más racional y la que menos me preocupa. Lo que más me interesa es la parte emotiva y el funcionamiento sencillo del color. Sin embargo, recientemente hice una exposición en el Seminario de Cultura Mexicana (SMC) con cuadros en blanco y negro”.

Sobre dicha serie, que es la más reciente, Coen explica que se inclinó por experimentar con una forma distinta, ubicando el color como parte de la ficha técnica de cada pieza
y empleando el color dorado, como evocación del kintsugi, técnica japonesa para restaurar cerámica.

Coen también confiesa que le cuesta trabajo hablar de sus etapas creativas, porque para él no existen divisiones ni temas en su obra, pese a que es posible identificar su expresionismo abstracto, el inspirado en Paolo Uccello o el que dedicó a personajes como Emiliano Zapata.

“Hay aspectos de mi trabajo que son disímbolos, pero lo que busco en la pintura no es una historia que contar, sino que ésta se exprese en las formas y en el color, así que la temática pasa a segundo plano”.

Y agrega: “Hace años hice varias banderas con la estructura de la estadunidense, pero en una agregué 32 águilas imperiales. Entonces, todo mundo me decía que por qué me agachaba ante EU y les respondía que no se daban cuenta de que esas águilas eran imperiales y, por tanto, ellos se tenían que agachar ante nosotros. En fin, era un juego”.

En aquel momento Coen –ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes (2014) y la Medalla de Bellas Artes (2022)–, utilizó la frase: “Todo en el mundo se divide en dos partes, una visible y otra invisible, pero aquello visible no es sino reflejo de lo invisible”. Y de esta idea nació la muestra que hoy abre.

Ése fue el punto de partida de esta exposición en el MAM, explica, porque es una forma de volver, mediante el lenguaje, a algo que considera vital: buscar la hilaridad en la nada e incluir mensajes invisibles en su trabajo para que el público las descubra, ya que él no apuesta por lo explícito.

Finalmente, Coen habla sobre la sobresaturación de imágenes y la dificultad de saber lo que es arte. “Eso nos pasa con todo, pero el arte es lo que uno trae dentro, pero no me refiero al artista, sino a cualquier espectador, capaz de encontrar lo que no se dice, que tiene la capacidad de percibirlo. Es como cuando escuchamos música y nos llega al corazón y nos conmueve. Así es el arte”.

Ahora bien, “artistas como Marcel Duchamp se atrevieron a decidir lo que era arte y lo que era un objeto encontrado como obra de arte, pero llegó un tumulto de artistas que se volvieron encontradores de arte, y lo que nos queda es aprender a desechar lo que no es arte y deshacernos de la basura. Lo importante es que no nos dé miedo decir lo nos gusta o no, pero sin que alguien nos diga si les gusta o no, porque de eso ya tenemos bastante con la publicidad y la política, pero limitarnos en el arte, ¡nunca!”, concluye.

 

El dato

  • La exposición de Arnaldo Coen en el Museo de Arte Moderno reúne 300 piezas que dan cuenta de la historia plástica del artista y de su diversidad creativa.

 

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