Un honor tricolor; atletas honran a la bandera mexicana

Joaquín Capilla era el primer atleta mexicano en ser el abanderado de la delegación mexicana en dos ocasiones y para el clavadista fue una motivación para protagonizar uno de los momentos memorables en los Juegos de Melbourne 1956.

Capilla desfiló con un impecable uniforme el 22 de noviembre de 1956 durante la ceremonia de inauguración y 14 días después estaba en lo más alto del podio al llevarse su primer oro olímpico en la plataforma de 10 metros.

El ser elegido como abanderado en unos Juegos Olímpicos es uno de los máximo honores que puede recibir un atleta a largo de su carrera. Es el reconocimiento a su trayectoria y para el deportista se convierte en un compromiso de poder responder con resultado para honrar al lábaro patrio.

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Hasta el momento son 24 los representantes nacionales, quienes han llevado con orgullo la Bandera mexicana en las ceremonias de inauguración de la justa olímpica. En la más reciente ocasión, en Tokio 2021, por primera vez se designaron a una mujer y a un hombre. La golfista Gaby López y el clavadista Rommel Pacheco recibieron la distinción.

*Gaby López y Rommel Pacheco hicieron historia en los Juegos de Tokio.

Fue en los Juegos Olímpicos de París 1924, en los que por primera ocasión que México compitió con su bandera. En esa ocasión no fue un deportista el abanderado, se trató de Alfredo Baltasar Cuéllar, uno de los grandes promotores del atletismo.

Del total de los abanderados que ha tenido la delegación mexicana, sólo  cinco de ellos lograron conseguir medalla en esa justa: Joaquín Capilla (Helsinki 1952 y Melbourne 1956), Carlos Girón (Moscú 1980), Fernando Platas (Sídney 2000), Paola Espinosa (Beijing 2008) y María Espinoza (Londres 2012).

La esgrimista Eugenia Escudero fue la primera mujer en recibir la distinción para los Juegos de Los Ángeles 1932. Después de ella siguieron Pilar Roldán (Roma 1960), la gimnasta Teresa Díaz (Montreal 1976) y las ciclistas Nancy Contreras (1996) y Daniela Campuzano (Río 2016).  

La designación para abanderado mexicano proviene de los directivos que forman parte de la Jefatura de Misión, regularmente se base a los recientes logros deportivos del atleta, pero también depende las fechas, ya que si se trata de un deportista que entrará en acción en los últimos días de la justa, será difícil que sea elegido para no romper con su última de entrenamiento.

En los Juegos Olímpicos de México 1968, la distinción como abanderado fue para el competidor de Tiro Deportivo, Rafel Carpio, quien se había coronado en la prueba de pistola en el Campeonato Mundial.

Carpio, enfundado en uniforme blanco como el del resto de la delegación local, fue el encargado también de dar el juramento deportivo durante la inauguración.

La disciplina de clavados es hasta el momento la que tiene más abanderados olímpicos tiene con un total de seis. Siendo Capilla y Fernando Platas los únicos que lo han sido en dos ocasiones,

En ocasiones la distinción de ser abanderado también genera una presión extra a los atletas. Para los Juegos de Tokio 1964 se eligió al maratonista Fidel Negrete, quien era una de las esperanzas de la delegación tricolor luego de llevarse el oro Panamericano un año antes, pero terminó en el lugar  21 de la competencia.   

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*mcam
 

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