Pali Plascencia

Pali Plascencia
SAQUE DE NETA

Muajá

02 de Junio de 2024

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#PrimeraNETA

Cocineros mancos; sistemas amedrentadores de la tocada de cara; aparato bloqueador del estornudo… “muajá”. Los que vimos tele hace algunos años, esperábamos ansiosos su aparición. Estábamos acostumbrados a verlo aparecer cada dos  años, a un lado de José Ramón Fernández, cuando los Juegos Olímpicos o el Mundial de Futbol llegaban con una nueva edición. Televisa le abría un espacio a Ponchivisión en el programa mañanero, y en la tarde-noche El Dr. Chunga aparecía en el Ajusco. Inaudito. Andrés Bustamante, un maestro en usar la comedia para reflejar la realidad. En sus “inventos para camión” echaba mano de no más de tres instrumentos para ofrecer un invento útil, y simpatiquísimo, que nunca sería usado en la vida real, pero que reflejaba problemas del día a día mexicano.

Un genio.

 

#SegundaNETA

Quince títulos para el América. Quince títulos obtenidos con una enorme inversión económica. Quince campeonatos al lado de su envidiable afición, logrados a base de disciplina, trabajo, y trampas. Que quede muy claro, y que quede consignado: al América, históricamente, le ha ayudado el arbitraje para lograr lo que hoy puede presumir; que no quede la más mínima de las dudas, es un hecho consumado.

Pero, de unos años a la fecha, en Coapa se ha tomado una sabia decisión: unificar en lugar de dividir. Quitar de sus filas a personajes nocivos, y hacerse de gente aparentemente más correcta, menos vulgar. Ya no se hacen promoción con el odio, ahora lo hacen con el amor: el “ódiame más”, ha cambiado por un grato “ámame más”. Los pretextos de Miguel Herrera han cambiado por el bicampeonato de Jardiné. El América es menos odiado por los que antes lo aborrecíamos, y ése es un trabajo caro, es una gran apuesta. El América une porque triunfa, sin olvidar que parte de sus triunfos son parientes de las trampas, que nadie lo olvide.

 

#NETASextras

Ayer soñé con Andrés Bustamante; estaba enfundado en su bata del Dr. Chunga, llevaba una máscara del Gato Ortiz, pitaba penales a la menor provocación, y de su espalda salía una tercera mano que enseñaba tarjetas rojas. Presentaba su invento como el “sistema unificador de los seguidores de papá… muajá”.

Un sueño absolutamente real.

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