PARÍS BIEN VALE III

Sencillamente fantástica ha sido, hasta ahora, la puesta en escena más importante del deporte en el marco de los Juegos Olímpicos, París 2024, con algunos negritos en el arroz, como las polémicas escenas en la inauguración, que han generado, absolutamente de manera innecesaria, demasiada polémica con temas muy ajenos a lo que es esta maravilla deportiva debe ser.

Al margen de ello, lo realmente relevante es la increíble demostración de los mejores deportistas del globo terráqueo, que sencillamente nos han sorprendido, una vez más, con sus majestuosas actuaciones. Las grandes figuras deportivas que pasan a la historia, como la ratificación de la grandeza de la pequeñita gimnasta estadunidense, Simone Biles, el nadador francés Léon Marchand, con sus cuatro oros y cuatro récords olímpicos, y muchas nuevas figuras que han logrado, con sus triunfos, pasar a la historia más bella del deporte, es, francamente, una gozada para disfrutar, pues aún tenemos una gran semana por delante.

Esperemos que en los siguientes siete días el equipo mexicano pueda sumar algunas medallas más, me parece que Osmar Olvera tiene amplias posibilidades de incrementar la cuenta en su prueba, el trampolín de tres metros, y así convertirse en multimedallista, algo que muy pocos connacionales han conseguido en la misma edición: nos remontamos a Londres 1948, cuando Humberto Mariles obtuvo dos oros en equitación en salto individual y por equipos, así como bronce en la denominada prueba de los tres días por equipos. Joaquín Capilla obtuvo, en clavados, oro en Melbourne 1956 en diez metros, y bronce en el trampolín de tres metros. En Moscú 1980 Joaquín Pérez de las Heras, ganó dos bronces en equitación, en el salto individual y por equipos, el marchista Raúl González triunfó en Los Ángeles 1984 ganando el oro en la marcha de 50 kilómetros y plata en los 20 kilómetros.

Todos ellos forman parte de las páginas doradas de la historia del olimpismo mexicano, y ahora con el surgimiento de una estrella de los clavados de trampolín de tres metros, el jovencito capitalino de veinte años, Olvera, es muy probable que tengamos a un multimedallista cuarenta años después, ojalá que así sea, su talento y temple son especiales.

Hasta el momento, se ha superado la actuación en Tokio 2020, en la que se obtuvieron cuatro preseas de bronce; por lo pronto, estamos en la misma cifra, pero con dos platas, la de Prisca Guadalupe Awiti en el judo, y la de clavados sincronizados tres metros de Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya, y aún existe la posibilidad de incrementar la de bronce del gran boxeador Marco Alonso Verde a plata u oro, y no descarte usted, amable lector, alguna otra medalla.

¡Suerte!

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