Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

Orgullo II

14 de Julio de 2024

COMPARTIR
SÍGUENOS
  • A disfrutar esta inolvidable final, pues sin duda será un gran motivo de orgullo.

Sencillamente maravilloso que los tenistas Gugu Olmos y Santiago González estén listos para que al término de la gran final de Wimbledon entre el español Carlitos Alcaraz y el veterano serbio Novak Djokovic en el estadio central, jueguen la final del dobles mixto, en la catedral del tenis, sin duda que será algo para recordar y, por supuesto, si lograran el título el asunto alcanza para irse al Ángel de la Independencia, algo que difícilmente sucederá, pues el tenis recibe muy poca difusión, y francamente en los últimos tiempos no ha sido un deporte que ponga en alto a nuestro país, a no ser por el empeño y logros del de Córdoba, Veracruz, Santiago González, un jugador con una larguísima carrera de más de dos décadas como profesional, que en los últimos años ha alcanzado su mejor nivel especializándose como doblista.

Tengo la fortuna de conocer al buen Santi, como le dicen sus cercanos, hace más de 20 años, desde que era un juvenil, y que, de la mano del añorado y admirado Yves Lemaitre, forjaron una prometedora carrera junto a su pareja de ese tiempo, Bruno Echagaray, siempre ha sido un deportista ejemplar y en la actualidad ha procurado viajar a todos los eventos acompañado de su esposa, así como de sus hijos, para evitar la inmensa soledad de los tenistas, que pasan demasiadas semanas fuera de casa. Le admiro a González su tenacidad, su incansable lucha por estar entre los mejores del mundo en la especialidad de dobles, ahora con más de 40 años se ha convertido en un gran representante del alicaído tenis mexicano. Para nuestra fortuna, Gugu Olmos, nacida en Austria, hija de madre austriaca y padre mexicano, nunca dudó en representar a nuestro país, situación que ahora adquiere un tono maravilloso por el gran logro de estar en la final con un compatriota.

Ahora, a disfrutar esta inolvidable final, pues sin duda será un gran motivo de orgullo y festejo, insisto, el sólo hecho es para ponerlo entre los grandes éxitos del deporte nacional, todo ello a pesar de una federación de tenis que ha sido un verdadero desastre en las últimas décadas en las que pésimos directivos sólo se han beneficiado del deporte sin producir talentos que nos representen con éxito en al panorama internacional, una vez más es un caso más de héroes que, contra todo, logran destacar.

Ah, y, por cierto, los nefastos del futbol siguen con su desastre, desde ahora le digo, llegue quien llegue a dirigir a la Selección Mexicana de Futbol, los resultados serán intrascendentes, yo que el Vasco Aguirre les daba las gracias, no hay talento para brillar a nivel internacional. Mejor hablemos de otros deportes. He dicho…

 

COMPARTIR EN REDES SOCIALES

SÍGUENOS

COMENTARIOS