¿Es el fin?

• El grave momento se agrava con la crisis interna del equipo Red Bull.

Para los que hemos sido aficionados a la Fórmula 1 desde la primera era de los Grandes Premios

de México, en los años 60 y principios de los 70, a los que mi padre nos llevaba para estar presentes en el Autódromo, en ese tiempo de la Magdalena Mixiuhca, hoy Hermanos Rodríguez, lo de hoy es una maravilla. En el tiempo de Jim Clark y Jackie Stewart, entre muchos otros pilotazos, hacían que cuando jugábamos de niños, en ese tiempo, carreritas con los pequeños autos fórmula en pistas trazadas con gis en el piso, todos queríamos ser Clark, el super campeón. Pasaron los años y, ante las desafortunadas pérdidas de los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez, así como de Moisés Solana, que participaba en la carrera mexicana, tuvimos que esperar hasta la irrupción del muy admirado Héctor Alonso Rebaque que, con un gran esfuerzo, formó el Team Rebaque, a finales de los 70, en los que corría con los Lotus del año anterior, y más adelante en su irrupción al equipo Brabham Parmalat, con el apoyo de Pemex, en los inicios de los años 80. Ésa ha sido la peor espera, pues hasta la llegada de Checo Pérez y Esteban Gutiérrez pasaron tres décadas de ausencia de un piloto mexicano en la máxima categoría del automovilismo, francamente que para los que seguimos desde hace más de 50 años la F1 ha sido un verdadero deleite tener la bandera mexicana representada por Checo y Esteban, es un orgullo verlos representando a nuestro país, máxime cuando han obtenido podios, y ya ni hablar de cuando Pérez ha ganado carreras. Es una emoción muy especial, sin embargo, de ahí a generar un fanatismo que nos impida ver la realidad actual y, como casi todos los colegas, disculpar una y otra vez al tapatío, culpando todo su entorno de la crisis actual, me parece muy poco profesional.

Creo que Checo atraviesa por un tremendo problema mental, ha perdido la confianza y, lo que es peor, su equipo en él y, quizá, amable lector, ustedes desearían leer aquí, como todos los porristas lo hacen, que se trata de un complot en su contra. Lamentablemente pienso que Checo ha perdido algo más que la confianza, está mentalmente en un problema que sólo él lo puede definir y superar, espero lo haga pronto, pues uno de los pocos ídolos deportivos de la actualidad en México se está desmoronando ante sus fans.

El grave momento se agrava con la crisis interna del equipo Red Bull, con el conflicto de los Verstappen, Horner y Marko, la inminente salida de Adrian Newey, tienen al equipo perdiendo competitividad y eso, aunado a la crisis personal de Pérez, ha generado la tormenta perfecta que hará muy complejo el futuro del piloto nacional. ¿Será el principio del fin?

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