Juan Carlos Veraza

Juan Carlos Veraza
El deporte por nota

Negocio

01 de Mayo de 2024

COMPARTIR
SÍGUENOS

El Masters de Madrid va avanzando hacia sus días definitivos para conocer a los monarcas. Mientras las cosas han caminado bien en las canchas, la polémica ha llegado al torneo de la capital española.

La tunecina Ons Jabeur fue muy dura en sus críticas el lunes. En la opinión de la tres veces finalista de Grand Slams, las cosas no son parejas en cuanto al trato que reciben las mujeres con respecto a los hombres.

Según ella, las cosas no son sencillas para las tenistas de la WTA, principalmente en los torneos organizados en Europa, mencionando el de Madrid y Roma, entre otros, en los que se les da prioridad a los varones en los horarios, la programación de los partidos, cantidad de canchas de entrenamiento y el tiempo que tienen para utilizarlas. Es un hecho que el tenis femenil ha dado pasos importantes en cuanto a un mejor trato, las bolsas de dinero en los Grand Slams son las mismas para las mujeres que para los hombres; pero hay cosas que todavía podrían ser mejores, como lo que Jabeur mencionó. No hay duda de que los organizadores deben hacer un mejor trabajo para darles su lugar a las tenistas.

Las declaraciones de la tunecina me pusieron a pensar acerca de lo que está ocurriendo en el deporte, en el que la lucha por los derechos de las mujeres se ha convertido en un tema de discusión, y mientras yo estaré en pro de que se les respete y tengan excelentes condiciones de trabajo, también creo que eso ha traído una confusión acerca de lo que deben ganar en comparación con los hombres.

A lo que me refiero es que el deporte es un negocio, que vive de patrocinios y de los aficionados que están dispuestos a consumirlos, razón por la que, a diferencia de lo que sucede en otros aspectos de la vida laboral, en los que la capacidad es la que debe dictar cuánto vale el trabajo de una persona, sin importar si son mujeres u hombres, en los deportes, lo que genera cada atleta y el interés que genera cada disciplina dictan las ganancias.

No se trata de minimizar a las mujeres, al contrario, si una de ellas o una disciplina femenil llega a ser la más popular del mundo, entonces sus ganancias deberían ser mayores, pero mientras eso no ocurra, es lógico que las marcas irán a donde puedan generarse más ganancias; dinero llama a dinero. Cuando Ronda Rousey puso a las mujeres en el mapa de la UFC y junto a Conor McGregor eran el rostro del organismo, fue la segunda persona que más dinero ganó, sólo superada por el irlandés; algo que logró porque era la más popular y por los ratings.

Esto no debería ser un tema de género, la lucha igualitaria que las mujeres llevan buscando por décadas no debe dictar la narrativa en lo que a los deportes se refiere. Éste es un tema acerca de cuál es un mejor negocio, es el factor a considerar cuando hablemos acerca de cuánto debe ganar un atleta.

 

COMPARTIR EN REDES SOCIALES

SÍGUENOS

COMENTARIOS