Ingredientes necesarios

El viernes dará inicio la Eurocopa, uno de los eventos deportivos que mayor expectativa genera. Alemania recibirá a las mejores selecciones del Viejo Continente durante un mes, en el que 24 naciones buscarán la anhelada corona. Tres años después del triunfo de Italia en Wembley, la pelea por convertirse en el monarca de Europa ha regresado.

De nueva cuenta, una de las naciones de mayor tradición será la encargada de organizar la gran justa del futbol europeo, tal y como ocurrió de manera brillante en 1988, cuando la entonces Holanda de Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Marco van Basten derrotó a la Unión Soviética en el Olímpico de Múnich, partido en el que el gran goleador del Milán marcó uno de los goles más brillantes y recordados en la historia; con aquella inolvidable volea que selló el triunfo de la Naranja Mecánica.

Muchos expertos consideran que ganar este torneo puede ser de mayor complejidad que un Mundial, ya que, a pesar de la expansión ocurrida en la edición de 2016, que propicia que califiquen algunas naciones que no están en la élite, esto también ha permitido que prácticamente todos los países de alto nivel accedan a la justa.

A pesar de la enorme competitividad, algunos seleccionados destacan por encima del resto y deben ser considerados favoritos. Entre ellos están: Francia e Inglaterra, que fueron rivales en la Copa Mundial de Catar, en un trepidante partido, los galos ganaron en los cuartos de final. Ambos llevan varios años de estar entre los mejores, con Francia coronándose monarca del orbe en 2018, además de perder la final de 2022 y la de la Eurocopa de 2016; mientras que el cuadro de la rosa fue semifinalista en Rusia y subcampeón en la Euro pasada. Por mucho, tienen los planteles más profundos que estarán jugando en territorio alemán.

El anfitrión llega al torneo buscando borrar la mala imagen dejada en los recientes eventos, quedando fuera en la primera ronda de las últimas dos Copas del Mundo y perdiendo ante Inglaterra en los octavos de final de la Euro pasada.

A esas tres naciones hay que sumar a Países Bajos, Portugal, Bélgica y España, todos con suficiente talento para llegar lejos en el torneo. Mientras que el vigente campeón, Italia, se ve lejos de su mejor versión.

No hay que descartar la tradicional sorpresa, como sucedió con Dinamarca, que hace tres años se metió a las semifinales; Gales, que en 2016 estuvo entre los cuatro mejores; Rusia, que se coló entre las cuatro mejores en 2008, o las principales de la historia: los títulos logrados por Grecia en 2004, Dinamarca en 1992 y Checoslovaquia en 1976.

El torneo tiene los ingredientes necesarios para disfrutar de cuatro semanas de muchas emociones, momentos espectaculares y gran futbol.

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