Héctor Linares

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Tacita de Café

Máxima distinción

03 de Agosto de 2024

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Pat Borders pensó que no era una buena idea aceptar la invitación del famoso manager Tom Lasorda para representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. A sus 37 años, exhausto de una larga temporada en ligas menores, en busca de un regreso a la Gran Carpa, el dos veces ganador de la Serie Mundial lo consultó con su esposa, quien de inmediato pidió que no regresara a casa y enfrentar esa misión.

Borders entonces vivió lo que considera una de las mejores experiencias en su carrera al ser clave en uno de los episodios más emocionantes y recordados del beisbol olímpico. En la primera edición en la que se aceptaron peloteros profesionales, Estados Unidos, con un equipo formado sólo por jóvenes y desconocidos peloteros, así como un veterano, dio la gran sorpresa al tumbar al gigante equipo cubano y adjudicarse la medalla de oro.

Pat Borders nunca fue a un Juego de Estrellas de Grandes Ligas ni tampoco recibió algún voto para el Salón de la Fama, luego de 17 años de carrera, pero es el único beisbolista de la historia en ser Jugador Más Valioso de una Serie Mundial al conseguirlo con los Azulejos de Toronto en 1992 y ganar una medalla de oro olímpica en 2000.

Mientras se escuchaba el himno de Estados Unidos, en la premiación, Borders, quien había colaborado con dos sencillos y una carrera producida en el triunfo de 4-0 sobre Cuba, le llamó a su esposa para unirla al gran momento y expresarle que todo el esfuerzo había valido la pena.

Borders se perdió algunos juegos del torneo por una lesión, luego de que en el juego de primera ronda ante Cuba, la única derrota de Estados Unidos, recibió una dura barrida en el home y salió golpeado del tobillo, pero no se perdería la final.

Borders es capaz de caminar por una pared con tal de ayudar a su equipo a ganar”, expresó Cito Gaston, el manager de los Azulejos, bicampeones en 1992-93, con Pat como catcher titular.  

Borders, quien pegó 16 imparables en los dos Clásicos de Otoño que participó, nueve de ellos en 1992 frente a los Bravos de Atlanta para ser nombrado Jugador Más Valioso, destacaba por su defensiva y la efectividad para sacar a corredores en intentos de robo de base. Por esas cualidades, además de su liderazgo y experiencia, fue que Lasorda lo contemplaba como pieza angular.

Pat Borders, quien tiene una novena de hijos, todos con nombre que inicia con la “L”, ha dirigido a equipos de ligas menores y cumplió 61 años el pasado 15 de mayo.

Darle un peso específico a cada uno de sus logros puede ser complicado, pero al parecer tiene en claro cuál tiene un mayor aprecio.

“Me gustan mis anillos de la Serie Mundial, pero la medalla de oro es ¡tan bonita y tan pesada!, que es algo de lo que uno se siente orgulloso”, ha expresado Pat Borders sobre sus máximos trofeos.

 

 

 

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