Héctor Linares

Héctor Linares
Tacita de Café

Gigante millonario

25 de Mayo de 2024

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Dave Winfield fue arrestado en Toronto por matar a una gaviota con un pelotazo accidental, durante el juego del 4 de agosto de 1983. El jardinero central de los Yankees fue acusado de “crueldad contra los animales” y pagó una multa de 500 dólares para abandonar la comisaría, pero los aficionados de los Azulejos tardaron años en perdonarlo.

Winfield, un gigante guardabosques de 1.98 metros, firmó con los Yankees un contrato de 10 años por 23.3 millones de dólares en diciembre de 1980, que lo convirtió en ese momento en el pelotero mejor pagado de la historia, sin imaginar que su paso sería con episodios turbulentos.

Colaboró para que los neoyorquinos llegaran a la Serie Mundial de 1981, pero fue justo en ese escenario en el que comenzó su calvario al recibir duras críticas del dueño del equipo, George Steinbrenner, debido a que sólo bateó un hit en 22 turnos durante aquel Clásico de Otoño que fue ganado por Dodgers, con el mexicano Fernando Valenzuela como una de las figuras.

Steinbrenner se sintió estafado por la cantidad de dinero que le pagaba a Winfield. De las críticas públicas en los medios neoyorquinos, pasó a las difamaciones, que le costaron una suspensión al magnate. El jardinero, aunque no disfrutaba la estancia en Nueva York, desquitaba el contrato sobre los diamantes y fue convocado a ocho Juegos de Estrellas.

Dave Winfield fue apenas el tercer atleta colegial de la historia en ser drafteado para tres deportes: beisbol, futbol americano y basquetbol.

En el beisbol colegial era un temible pitcher, que ponchó a 29 bateadores en dos juegos.

Los Padres de San Diego, que vivían sus primeras temporadas en las Grandes Ligas, no dudaron en elegirlo en el draft de 1973, con la recomendación de los scouts de convertirlo en un jardinero fijo para aprovechar su bateo.

Winfield realizó su debut en las Grandes Ligas  sólo 14 días después de ser seleccionado y es de los pocos peloteros que llegó directamente desde el beisbol colegial, sin pasar por ligas menores.

Con los Padres, pronto comenzó a mostrar su talento y a afianzarse como uno de los mejores jardineros de las Grandes Ligas, lo que le valió para ser codiciado al entrar a la agencia libre.

Winfield regresó a una Serie Mundial en la recta final de su carrera con los Azulejos de Toronto. La ciudad en la que era abucheado, por aquel incidente con la gaviota, se rindió al conectar un cuadrangular oportuno y colaborar en el primer título de la novena canadiense en 1992.

Dave Winfield, quien también jugó con Angelinos y Cleveland, conectó 3 mil 110 hits y 493 cuadrangulares, además de empujar 1,833 carreras en 22 años de trayectoria. Fue el primer pelotero en llegar al Salón de la Fama con la gorra de los Padres de San Diego.

 

 

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