Alejandro Aguerrebere

Alejandro Aguerrebere
Súper beis

Máscara contra… mercado

09 de Mayo de 2024

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No estamos hablando del pancracio, sino más bien de lo que puede ser una tragedia en tu plantel.

Medio mundo beisbolero habla de que si es consistente tu pitcheo y eso nos lleva a pensar en los fuertes abridores con el ejemplo actual de los Marineros de Seattle como para entenderlo mejor.

Para complementar a “Su Majestad” desde la lomita se debe tener un cuerpo de relevistas bastante solventes, con la cereza del pastel consistente en un taponero temido por los rivales. Pero como no puedes tener absolutamente cada juego “en el alambre”, puede tu serpentina ser de lujo cuando no produces muchas carreras y ahí se va todo a la dimensión desconocida.

Por lo anterior, en bateo debes mantener un balance entre jugadores con ofensiva cumplidora para ponerse en las bases y bateadores de los que tienen swing largo y saben encontrar las bardas para traer carreras, las cuales pueden hacer la diferencia.

Todo esto puede ser más o menos la, digamos, “hoja de servicio” necesaria para tener un equipo que aspire a una marca arriba de .500 (ganadora, pues) en MLB, claro, siempre con un manager sereno para hacer los cambios necesarios en cuanto a peloteros y también para no irse a los empellones sobre el ampáyer. Pareciera que todas las piezas estuviesen ahí, sólo para juntarlas y para que ningún equipo pasara penurias, siempre y cuando no tengas un dueño de equipo lunático como los que nunca vemos ni en Chicago ni en Oakland.

De repente, la realidad parece volverse tóxica como para recordarte que para llegar —deja tú a un campeonato— a pelear el banderín divisional necesitas un poco más que equilibrio y buena suerte.

Cuántas veces escuchas algo que parece un cliché y es “nuestro equipo es un hospital” con una mezcla de desánimo, justificación y dinero tirado (por cuanto a los sueldos) a la basura, para luego darte cuenta de cómo el hecho de perder a un jugador en especial te da completamente en la tower.

Está lo sucedido recientemente en la receptoría con los Astros de Houston aguantando el desesperante episodio anémico a la ofensiva por parte de Martín Maldonado, pues no tenían otra mejor opción, aun así lograron el campeonato de 2022.

Ahora, los GLORIOSOS Cardenales pierden en una jugada dramática —afortunadamente poco común una fractura por batazo— a su receptor Willson Contreras por 6-8 semanas y, de verdad, eso de la profundidad de dicha posición te pone en jaque para una temporada donde juegas a cada día.

Es una posición indispensable el cátcher y es donde te das cuenta de que juega no sólo con el repertorio de pichadas y, ocasionalmente, moviendo a los jardineros, vaya que los gerentes generales lo saben: el beisbol debe ser sabio.

 

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