Héctor Linares

Héctor Linares
Tacita de Café

Una larga carrera

22 de Junio de 2024

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Satchel Paige estuvo cinco años en el reformatorio, acusado de robar maletas en la estación de tren en la que trabajaba. Durante ese tiempo, el menor perfeccionó sus cualidades para el beisbol que lo llevarían a convertirse en uno de los mejores lanzadores de la historia.

Leroy Robert Paige recibió el apodo de Satchel en los tiempos que cargaba maletas y bolsos montados en largos postes que llevaba sobre sus hombros. Creció en medio de la pobreza, pero se las ingeniaba para jugar beisbol y lanzar tapas con una puntería excepcional de su brazo derecho, capaz de tumbar un cerillo.

En el reformatorio conoció a Edward Byrd, quien le enseñó los fundamentos del beisbol.

“Cambié cinco años de libertad para aprender a lanzar”, llegó a comentar Paige, ya convertido en un beisbolista exitoso.

Las pelotas de beisbol lucían como si fueran de golf en las manos de Paige, quien pronto firmó para el profesionalismo para jugar en las Ligas Negras. Su facilidad de palabra, ocurrencias y su carisma lo convertían en un showman. Comenzó a recorrer ciudades de Estados Unidos para participar en juegos de exhibición, incluso acompañado de peloteros de las Grandes Ligas.

Su llegada a las Ligas Mayores era imposible en tiempos de la segregación racial, por eso también jugó en diferentes circuitos, incluso en la Liga Mexicana y también en República Dominicana.

El día que Satchel Paige cumplió 42 años fue firmado por Indios de Cleveland, equipo al que ayudó a ganar la Serie Mundial en ese 1948.  

Jackie Robinson ya había superado lo que se conoció como la barrera del color al llegar a las Grandes Ligas con los Dodgers en 1947, por lo que Paige fue apenas el primer lanzador de raza negra en llegar a la Gran Carpa. Además, se convirtió en el novato de mayor edad. Un entradón, de casi 80 mil aficionados, marcó su debut en Cleveland.

Jugó sólo cinco temporadas en Grandes Ligas y su último equipo fue Cafés de San Luis en 1953.

En 1965, a los 59 años, angustiado por no completar los días para recibir la pensión de Grandes Ligas, aceptó una oferta para lanzar con los Atléticos, que entonces jugaban en Kansas City.

Algunos calificaron la idea del dueño del equipo, Charles O. Finley, como uno de sus trucos publicitarios, aunque él defendía la calidad del pitcher.

Satchel Paige aseguró que en cuatro días estaría listo para lanzar y abrió un juego ante los Medias Rojas de Boston. Durante tres entradas no permitió carrera y sólo admitió un doblete a Carl Yastrzemski.

A sus casi 60 años, impuso el récord de ser el jugador de más edad en jugar en las Grandes Ligas.

“Nunca tuve un trabajo, siempre jugué beisbol”, dijo Satchel Paige, quien ingresó al Salón de la Fama en 1971 y murió a los 75 años, en 1982.

 

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